jueves, 22 de noviembre de 2012

aguaalma ante la fracturación.

Estaba cantado, si el alma del agua puede sacarnos de la esclavitud actual, la misión de los carceleros es envenenar el agua.
Que somos esclavos es algo natural para quien abre los ojos, es un descubrimiento parecido al de que los reyes magos son los padres. Al principio cuesta reconocerlo, pero después uno se acostumbra, es como el uso de la vaselina, para el principio, nada más, que la culpa va a ser de quien no dilata, y no del violador.
El agua es la vida, preciosa en los desiertos, alegre en zonas templadas, y permanente en los polos, donde congelada, solo espera el aliento para fundirse, un soplo de calor que es aviso de su líquida necesidad.
Fracting o francking? La lengua inglesa optó por francking, pues esa k lleva connotaciones sonoras del término más usado en lengua inglesa, FUCKING, que se puede traducir desde "mierda" a "joder", pasando por "m.cago en to" y "que ten por culo". Cuando los medios de manipuklación se dieron cuenta, quisieron ponerle freno, pero ya era demasiado tarde.
"Fracking se ha convertido en casi una mala palabra", dijo Brian McDermott, portavoz Gregory FCA Communications, una firma de Ardmore, Pensilvania, relaciones públicas que ha medido los sentimientos populares relacionados con las distintas condiciones de extracción de recursos. 
Demasiado tarde, para ellos, los envenenadores  esto es una victoria para nosotros, los guardianes del agua, los protectores de las fuentes.
Ayer el periódico local, "Mediterraneo", del grupo Z, decía que los ecologistas se oponían al fracking en el Maestrazgo, y lo hacían con el mismo tono que cuando publican algo sobre un grupo ecologista defendiendo el simonoz azul con manchas oscuras que vive en el árbol que van a destruir para el paso de una carretera.
Hábil manipulación, aquí la gente habla poco inglés, y la asociación "el fracking te jode" no entra en el subconsciente fonético.
Darles permiso para envenenar el agua!!!!
Por encima de mi cadáver.



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