lunes, 7 de julio de 2014

El saco de la avaricia.

Algunos vicios son ajenos al hombre, o a la mujer. Algunos vicios son añadidos y pegados al ser humano, seguramente para contrarrestar el cromosoma que falta. Somos impares con 23. Estamos entre la cobaya, con 22 y el camello con 24.

El vicio de ELLOS es la avaricia. Somos esclavos en un planeta esclavo. Estamos depositados aquí con la única pretensión de sacar todo el oro de la Tierra. y esta Tierra-cárcel, se arruinará completamente en la constante extracción del oro. Los carceleros no son de aquí, a ELLOS no les importa el futuro de la Tierra, solo quieren su oro.
Se les ha visto el plumero con el tema del fracking. No les importa envenenar la Tierra, solo quieren "su" oro. La excusa del petroleo les fue genial para sacar un poquito más de oro, y vendernos que era para abaratar la energía. La avaricia les ha roto el saco, y todavía no lo han visto. Es un punto para nosotros, los humanos.
Entre ELLOS y nosotros hay un número de traidores a quienes les han prometido vida eterna, a quienes les han hecho recaudadores del oro. Son pocos, pero peligrosos, son híbridos y tampoco se consideran humanos, aunque mantengan la forma.
No existe ningún Nibiru, ningún Hercolubus, El sol no es el centro de una circunferencia, es un viajero que danza y a quien le siguen, dibujando espirales, todos los planetas. Esto produce una música de la esferas que el ser humano tiene capacidad de oír, pero que enfrascado en su avaricia de oro, se ha quedado mudo, ciego y sordo.
Gracias a nosotros mismos, que tenemos más potencialidad que ELLOS, estamos próximos a superarlos por donde no se lo esperaban; el pensamiento deductivo.
La fase 1 consiste en abandonar la extracción de oro.
Que se busquen otro planeta, este nos lo quedamos. Es el nuestro y ELLOS ya pueden irse.


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